NO HAY METAS IMPOSIBLES

MARIÓN

Me hice la promesa de, diariamente, crearme nuevas metas y sueños y nunca dejar de luchar por ellos.

Marión se presenta sola. Una vida como la de ella es de las que inspiran a determinar que, como dirían por ahí, “el límite es el cielo”. Nos regala en este texto un importante pedazo de su vida que termina por convertirse en una lección a la que no deberíamos pasar por alto. Marión es transparente y accede a Ciudadanía Sonora a hacer un ejercicio interior de reflexión y remembranza; a hablarnos de ella sin ambages. Vamos, pongamos nuestra atención a este corazón abierto que se deja leer.

Mi nombre es María Antonieta Castro Ocaño. Me gusta que me digan Marión. Tengo 25 años y soy licenciada en psicología. Nací con una discapacidad neuromotora denominada esclerósis lateral primaria. De una manera resumida, me gustaría contar un poco de cómo es que logré encontrarle el sentido a la vida día con día.

del principio y lo que falta Tengo recuerdos muy bonitos de mi infancia y, aunque nunca fui la niña más extrovertida o sociable, siempre estuve rodeada de muy buenos amiguitos. No tuve problemas para integrarme con los de más. Mi adolescencia y pre adultez, por el contrario, no es recordada de la mejor manera; sin embargo, hoy trato de encontrarle el lado positivo.

De lo anterior podría decir que fue una etapa que influyó bastante para forjar la mujer que ven hoy en día. Esta parte de mi vida la recuerdo llena de miedos e inseguridades relacionados sobre todo a mi discapacidad, lo que provocaba que me fuera muy complicado relacionarme con otros. Y por ello podría recordarla como una etapa algo solitaria.

Mi paso por la universidad fue uno de los parteaguas más grandes en mi vida. Ahí fue donde de verdad comencé a ser quien siempre quise: de venir de ser la más introvertida y vergonzosa me convertí en una persona extrovertida, sociable y con ganas de acabarme el mundo. Fue en el transcurso de mis estudios superiores cuando decidí dejar de ver mi discapacidad como algo malo y esa energía la convertí en ganas de salir adelante. Me hice la promesa de, diariamente, crearme nuevas metas y sueños y nunca dejar de luchar por ellos.

VIDA Y SENTIDO DE SER

Logré graduarme de la Universidad de Sonora con título automático debido a mi buen promedio y hasta el día de hoy tengo ya cuatro diplomados enfocados a distintas áreas de la educación especial y a los trastornos neuropsicológicos. Planeo seguir preparandome con más diplomados y una maestría.

En 2020 tuve la oportunidad de participar en un certamen de belleza para mujeres con discapacidad motriz, en donde obtuve un título a nivel estatal y otro a nivel nacional. Dichos títulos me han dado la oportunidad de colaborar como modelo con varias marcas locales y, en Septiembre de 2021, participé en una de las pasarelas latinas del New York Fashion Week.

Finalmente, en Diciembre de 2021 participé en el Primer Parlamento de Personas con Discapacidad, el cual se llevó a cabo en el Senado de la República. Ahí junto con otros compañeros con distintas discapacidades pudimos elaborar varias propuestas muy interesantes sobre nuestros derechos, las cuales se quedaron en votación con los senadores.

Puedo decir que me siento la más afortunada tanto con el proceso como con lo aprendido al tratar de buscarle sentido a mi vida y creo que esto es un proyecto de nunca acabar, diario tenemos que buscar algo por lo cual luchar, no hay metas tontas ni metas imposibles, no siempre es un camino fácil ni lineal, pero de eso se trata la vida: de caernos para volver a levantarnos con vuelo e ir tras esa meta o sueño.

Marión tiene 25 años. Es Licenciada en Psicología, formó parte del Primer Parlamento de Personas con Discapacidad y participó en la pasarela del New York Fashion Week.


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