La constancia hace al músico, lo demás son pretextos

Juan Pablo Maldonado Celaya

Es común encontrarnos a Juan Pablo Maldonado Celaya en el escenario ya sea en un concierto en donde participa con alguno de sus proyectos: en algún festival trinando ópera, tocando el bajosexto con los Libro Abierto, entonando el Ave María en un templo y cuando anda con ganas deleitando a comensales en algún conocido restaurante.

Hay mucho detrás de una presentación de Juan Pablo, es decir, todo lo que aprendió para poder llegar a compartir en los templetes ante el público su canto y ejecución instrumental. Cómo fue que se decidió por la música. Vaya, hasta su historia personal… Veamos algunos detalles de su vida y carrera que se animó a compartir a los lectores de Ciudadanía Sonora.

“SOY CIEGO: LAS COSAS COMO SON”

“Lo soy por negligencia médica, nací de siete meses y en la incubadora se me quemó la retina. Lo peor del caso es que a mi familia nunca le dijeron que yo estaba ciego. Cuando llegué a la casa pues no sabían hasta que un tío me puso unas llaves para que las siguiera y pues nada que captaba la imagen de esas lleves… Así se dieron cuenta de que estaba ciego, me llevaron al doctor y efectivamente tenía desprendimiento de retina. Se intentaron operaciones para corregir en Estados Unidos y demás, pero no funcionó.

“Hoy en día a veces me preguntan que si soy débil visual y yo les respondo que si fuera débil visual podría escoger el color de la camisa que me pongo, pero no: soy ciego. En ocasiones me dicen persona con discapacidad visual y no, eso está muy largo de decir. Soy ciego y ya.

“Yo no soy guitarrista, no estudié eso pero me clavé tanto en la guitarra que la domino y me han invitado a dar master class a guitarristas e instrumentistas en varias ciudades en México e incluso en otros países. Hemos estado en la Ciudad de México, Puebla, Oaxaca, Querétaro y muchos estados del país también en Colombia y Guatemala”.

“NACER Y CRECER CON EL COMPÁS”Juan Pablo Maldonado

“En mi casa siempre hubo instrumentos: una flauta, guitarra o un piano. Mi mamá me cuenta que cuando estaba en la cuna ella ponía una grabadora con música y yo la escuchaba luego me la cambiaba de lugar y yo seguía la dirección el sonido con la cabeza. Así empezó mi gusto por la música.

“A los cuatro años empiezo a cantar en la escuela, de hecho, había una grabación que se perdió de 1989 donde estoy cantando algo de Camilo Sesto… Entonces en la escuela dijeron ‘¡oh, este niño canta!’ Y de ahí lo que es preescolar y primaria empiezo a participar con mi voz en todos los eventos de la escuela.

“En la secundaria empiezo a ejecutar la guitarra (aunque la tocaba desde los nueve años). Le entro a los concursos de canto y festivales en la secundaria y ya estoy mucho más inmerso en todo lo de la música. En la prepa también: me hago director de requintos de la rondalla y en la Universidad estudio la licenciatura en música (opción canto) sin dejar de tocar la guitarra.

QUE NO PARE LA MÚSICA

“Soy integrante en el grupo Libro Abierto desde hace 10 años, es un gran proyecto de música norteña y cultura que armamos con David Norzagaray y otros compañeros. Ya conocemos los alcances de Libro Abierto pues con esta agrupación hemos realizado incontables giras y conciertos por el país y el extranjero.

“Estoy también en D´áccord que es un ensamble de guitarra y clarinete. Son composiciones propias de música como valses, sambas, bossa novas, tangos y otras cosas.

“¿Qué te digo de proyectos anteriores? Estuve en el grupo Son (donde tocábamos salsa y son cubano); estuve en otro conjunto que era el “Acústico” donde interpretábamos boleros a los que les imprimíamos un tinte jazzístico o de bossa nova.

“Tenemos un proyecto, vamos a producir un disco de música napolitana que voy a grabar con un tenor.

De participaciones o palomazos me acuerdo de estar en el escenario con Ricardo Montaner en el 2015 y en el 2017, pues hizo el favor de prestarme su escenario para cantar un poco junto a él”.

Pre-loader
Pre-loader