Darianeé Romo; Una barrilera de talla nacional

Para cualquier niña o niño el asunto de avanzar en la escuela, asistir a clases, realizar sus tareas y además cumplir con actividades complementarias como natación, atletismo y pintura les implica un esfuerzo adicional. En Caborca, la niña María José Chavarría Ávila realiza cada una de estas actividades con un componente adicional que para nada detiene sus actividades e inspiración: ella tiene una discapacidad visual.

Una discapacidad refiere déficits y limitaciones que aparecen al realizar una actividad. Para María José no es algo sencillo, sin embargo nos platica que le encanta ir a su escuela “Melchor Ocampo”, donde cursa el cuarto año de primaria. Nos comparte que no tiene una materia favorita, ya que “todas le gustan”.

¿QUIÉN DIJO QUE NO SE PUEDE?

Eso no es todo, María José también es deportista de rendimiento porque practica y compite en carreras de velocidad, por cuya participación en dichas justas ha recibido reconocimientos por sus logros.

Su mamá Yuridia Ávila García nos comenta -en entrevista con Ciudadanía Sonora- que la niña se ha medido en competencias ante infantes con discapacidad y con otros que tienen maestros de apoyo para las competencias.

“La discapacidad de María José es de nacimiento, hay que hacer mucho de todo para sacarlos adelante. Soy madre soltera y trabajo en el campo; ahorita está la cosecha del espárrago y por esto me levanto muy temprano para echarle ganas todo el día”. Abunda Yuridia Ávila.

Las competencias a las que acuden niños de diferentes partes, se realizan en un campo deportivo comunitario de Caborca, dice la mamá de María José.

Reconoce la importancia del apoyo que su hija recibe en la escuela especial pues le ha permitido desarrollar y dar rienda suelta a su vocación en actividades físicas. Entusiasmada y con orgullo, la mamá nos platica que María José es “cuata” de Juan Eduardo, quién al igual que ella participa activamente en deportes.

APRENDER EN LA ESCUELA Y EN LAS PISTAS

Actualmente se instruye para leer el alfabeto Braille con el apoyo de su maestra María del Carmen Ortiz Alonso, que destaca los talentos de María José a la hora de correr, pero igualmente reconoce su disposición y arrojo para aprender más de otras disciplinas.

La pequeña nos comparte que disfruta de comer pastel o nieve, asimismo piensa que le gustaría estudiar para ser una profesionista. Está aprendiendo a utilizar el bastón para conducirse con más seguridad. Agradece a su mamá por estar siempre apoyándola, “trabaja mucho”, nos dice.

Como cualquier niña de diez años, María José disfruta de jugar con muñecas y, a decir de su maestro Leoncio López Arballo “es importante apoyar a niñas y niños que como María José tienen grandes talentos, sin que su discapacidad les impida destacar en otras actividades, como las diversas competencias deportivas”.

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