Originario de Hermosillo, Sonora y, a decir de él “nací viendo el Cerro de la Campana, y tengo la esperanza de partir viendo el mismo paisaje”, Manuel Ramón Valdez León es un hombre que pertenece orgullosamente a la comunidad gay. Es Licenciado en Sociología y un entusiasta locutor que llegó a la vida de muchas personas a través de Radio Sonora. Estimadas personas lectoras, en esta edición tan especial de Ciudadanía Sonora compartimos con usted la entrevista que realizamos Ramón Valdez.

Con una nostálgica voz nos describe a sus padres de quienes nos destaca que aprendió mucho: Desde como se hace un plato de frijol bien sazonado, hasta valiosas lecciones como “vivir para servir” y “las cosas no se medio hacen; las cosas se hacen o no se hacen”.

DECIR AL MUNDO QUIÉN SOY

Como parte importante de su vida nos relata que tuvo cuatro hermanos y dos hermanas. Por otro lado, no todo fue fácil pues “tuve siempre muchos temores debido a mi homosexualidad, así que, para mi convivir con otros niños no fue fácil. De hecho, salir de casa para mí no era tan fácil ni tan alegre. Cuando llegaba la noche decía, se fue este día y el día de mañana puede ser peor´, por eso no me gustaba que el día acabara. Sentía que me iban a humillar, que me iban a ofender, que me iban a agredir por no ser como los demás”.

Nos comparte también el momento en que pudo gritarle al mundo quién era realmente “cuando Ramón se dio cuenta que tenía que ser el mejor y más fiel amigo de Ramón, para mí, autoestima e imaginación es lo que requiere mucho toda la sociedad, autoestima y realidad.”, “no tener vergüenza de quien soy, porque no hice nada malo; hay que decirlo, porque todavía hay mucha gente miserable e ignorante que dice que el homosexual es pederasta, es violador, es vicioso, es ocioso, es mediocre, es cobarde, es ambicioso, no se puede confiar en él. Hay que luchar para destruir esa idea mala y miserable”.

MI SALVACIÓN FUE LA RADIO

Ramón es un amante de la radio y la música, gustos que desarrolló desde muy temprana edad, según nos relata: “Yo tuve conciencia de mi homosexualidad desde que tenía seis o siete años. El concepto de felicidad cuando fui niño era estar en el cuarto que compartía con mis hermanos, acomodando mi ropa, y escuchando Radio 14; para mí ese era el concepto de felicidad”.

Respecto de su paso por Radio Sonora, Ramón afirma que “fue una radio que a mí me salvó y me enseñó un oficio con el cual me comprometí”. Para Ramón ser locutor es su vocación, y nos contextualiza: “Estando ante un micrófono sabía que tenía la total obligación de saber lo más que pueda para compartirlo con los escuchas. Sabía que tenía hacerlo con un amor; con la convicción de creer lo que decía y decir lo que creía. Igual mi emoción. Moderarme ante el actuar de politiqueros porque ya fomentar el odio es crear muchos muros, y los muros no construyen, los muros destruyen”.

Actualmente Ramón cuenta con una amplia cantidad de música que colecciona, pero el artista del cual presume tener toda su música es del catalán Joan Manuel Serrat. Ya para despedirnos nos mostró su envidiable colección acetatos, cd´s, cassetes, long play y hasta cartuchos de ochos tracks. Incontables libros. Se queda dubitativo, nos dice adiós y advierte: “Por cierto, no me he retirado de la radio; sigo activo colaborando en algunas estaciones en donde hablo de cine y otros temas.”

La música me salvaba de la soledad. Para mí, la música fue fundamental… El sonido de esa vieja señal de AM (amplitud modulada) era extraordinaria; aquellas viejas voces que de ahí emanaban eran fabulosas.