CHEMA SEWA JUYAPPO
Un influencer en medio del ritual

Es probable que una gran parte de sonorenses (incluso de otros estados) conozcan a nuestro entrevistado, el famosísimo José María Mendoza, mejor conocido como El Chema. Muy conocido en su faceta a través de las redes sociales por sus videos que se viralizaron, pero en esta ocasión, los llevaremos a conocer el otro -o los otros- lados de este personaje.

Chema estudió la licenciatura en ciencias de la comunicación, aunque fue, según sus propias palabras, por un error involuntario; presentimos que en este caso se podría decir que fue voluntariamente involuntario puesto que en un principio él tenía contemplado inscribirse en la escuela de Trabajo Social, pero por un sospechoso error de dedo se inscribió en la carrera que él desde pequeño quería estudiar. “Si quiero salir en la tele, tengo que estudiar ciencias de la comunicación. Era mi lógica simplista. No sabía de lo que se trataba en realidad el asunto”.

“Desde chiquito, ya ves que todos deseaban de grandes ser doctor, policía, bombero… Yo decía que estudiaría ciencias de la comunicación (no sabía que era comunicólogo el término correcto). Al pasar el tiempo mi mamá insistió mucho para que fuera maestro, pero pues no le hice caso. Total, que me fui sobre los medios de comunicación”.

También nos relató respecto a sus primeros años ejerciendo la profesión, resaltando que trabajó una temporada sin remuneración en la radio La Voz de los Tres Ríos, en Etchojoa. Participó en las caravanas culturales que recorren comunidades rurales, laboró en el INEGI lo que le permitió conocer los municipios sonorenses. “Después de todas estas peripecias me invitaron a una radio comercial para hacer casting, y fui, pero no lo pasé. Por fortuna casi de inmediato me llamaron de la radio, donde estoy ahorita; así directo sin hacer casting porque confiaron en que yo podría con el trabajo de conducir un programa de revista y chacoteo. Y de una vez va el comercial: Estoy en la KE 104.5 FM de Navojoa en el programa “El Show de Sewa Juyappo”.

Poco se habla de lo flexibles y hasta nobles que pueden ser los SNI pues permite hacer cambios, cuidando de su cultura, procurando no dañar los usos y costumbres de las propias comunidades, entenderlos, conocerlos e ir haciendo cambios culturales en forma gradual, es decir resignificar el SNI, pero en ese andar, es importante desterrar las prácticas patriarcales, aquellas que van dirigidas a someter, a violentar y a dominar.

GANARSE EL RESPETO

El Chema también es miembro de la etnia Mayo, toma parte de las manifestaciones que expresan la riqueza cultural de esta comunidad del sur de Sonora. “Sigo siendo danzante matachín, soy fiestero. Entonces es muy difícil empatar esto con mi personalidad porque tienes que guardar la compostura, el respeto, la solemnidad mientras esté el rezo durante un ritual, por ejemplo. Se debe estar serio, no andar payaseando ni nada y a veces llega la gente y me dice ´Chema una foto contigo´; y eso es algo que no puedo controlar, y pues que se enojan los mayores, la gente de respeto en los rituales. No comprenden porque no miden lo que es y siendo sinceros a veces yo tampoco”.

“Entonces me volví muy conocido y la gente que se acerca a saludarme o a sacarse una selfie conmigo a veces no conocen a bien de los rituales de los que soy parte, no conocen el respeto y la solemnidad que tenemos que guardar. Ante estas situaciones me tengo que dividir en dos. Me quedo entre la espada y la pared porque tengo que guardar el mencionado respeto, pero sé que debo cumplir con la gente y respetar su interés en mi trabajo”.

“No me ofenden por mi preferencia. Esto de ser gay en la comunidad, en el ritual y en la etnia al momento de que tú ya sirves en la tradición, ya te respetan por la flor, dicen: este trae la flor de Pascola, es de respeto. Yo lo notaba porque no somos pocos los homosexuales que andamos aquí en los rituales y yo vi como la gente los respetaba, cosa que yo no experimentaba porque yo antes no era parte de ellos, pero ya cuando anduve ahí me tocó escuchar que dijeron yo ya soy de respeto, por portar el Rosario de los rituales mayos”.

El Chema, también conocido en todo el Valle del Mayo como Sewa Juyappo (que significa flor del monte) es multifacético, apreciado por el público y por la etnia a la que pertenece que disfruta de sus contenidos en redes sociales (viralizados, por cierto), en la radio y en los cortometrajes que ha realizado cuyo tema se centran en los mayos del sur de Sonora.

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