VEREDA ENTRE EL VALLE DEL MAYO Y LAS LETRAS

Manuel Valenzuela

El camino de Manuel de Jesús Valenzuela Valenzuela ha sido sinuoso. Originario de la comunidad de el Bacame Nuevo, donde vivió hasta los trece años y concluyó su educación primaria, para continuar en otros lugares con sus estudios superiores, hasta lograr sus metas. Sus padres, La Mena y El Maco, ambos de origen yoreme, pretendieron siempre hacer de su primogénito, un hombre de bien a base de trabajo, esfuerzo y dedicación. Un padre que, en su analfabetismo, supo dar los consejos adecuados para enfrentar la vida y que de ellos se sintiera siempre orgullosos.

Después de haberse incorporado al mercado laboral en el área educativa, donde estuvo durante más de cuarenta años, logró escalar desde el área técnica para posteriormente erigirse como licenciado en Ciencias de la Educación (por la Universidad Autónoma de Sinaloa) e iniciar en las aulas como docente de Orientación Educativa. Después llega a ser Director de escuelas secundarias técnicas foráneas, donde tuvo la oportunidad de recorrer todo el gran estado de Sonora. Fue en el 2013 cuando su inquietud de incursionar en la literatura se acentuó en su quehacer diario. Con experiencia en la redacción de ensayos se aventura al género narrativo, iniciando con una investigación bibliográfica titulada “El Bullying, o acoso escolar”, publicación que provocó una gran inseguridad por la supuesta reacción de los lectores, optó por regalar cada uno de los ejemplares.

NARRAR POR lOS CAMINOS

En su andar y decidido a cumplir una meta más, El Caminante no se detiene y escribe “El Maco”, historia que narra la vida de quien fuera su padre, de quien aprendió los principales valores morales, y el cual aprendió en Yorentamegua, pueblo de donde era originario, así como al lado de su madre de nombre Tomasa Valenzuela.

Como creyente, El Caminante pidió a Dios le permitiera escribir una obra por año, deseo que se le ha cumplido. Con la obra de “Mis Cuentos, Tus Cuentos" cuyos personajes son de la nación Yoreme Mayo logró atraer un buen número de público. En adelante se desgranó la mazorca y la creación de obra continuó: En 2016 publicó “Camila y Heliodoro”, y este se presentó en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara. Otra narrativa de largo aliento es “El Paraje”, historia recreada en un recodo del Río Mayo, y fue premiada por el FEM, del SNTE.

La obra de El Caminante que más ha hecho ruido es “El Bayájorit, Cerro Sagrado”. Esta novela pretende desmitificar lo supuestamente diabólico que en el mencionado cerro sucede, así como las fantasías que se han creado en su entorno. En ella se ha tratado de evidenciar lo que en el cerro se vive actualmente: el respeto por sus tradiciones, la relación que tiene con la muerte en sus rituales, el arte culinario de un pueblo originario que no es muy sofisticado, pero tiene grandes beneficios. Narrando a los mayos como esa etnia orgullosa de haber presenciado una guerra de independencia, una Revolución Mexicana, y ellos siguen igual: respetando a los ancianos y escuchando sus conocimientos que transmitirán a venideras generaciones, inculcando el respeto por las tradiciones propias, como dignos yoremes que somos. Mencionemos que la novela de El Bayájorit se ha traducido al inglés y próximamente se podrá leer en yorem nokii (lengua Mayo).

LA OBRA SIGUE

Nosotros creemos que nuestros muertos se van al más allá y en alguna dimensión se encuentran las parejas o los padres con los hijos, por eso decimos, “ya están juntos allá, un día los veremos otra vez”. Conociendo nuestras tradiciones y sus creencias más allá de la realidad se narró; “Murmullos”, cuento largo que trae desde otra dimensión la vida a unos yoremes. Entonces ellos conviven con los vivos y no olvidan sus tradiciones.

Tratando de experimentar otras formas de narrar, así como distintos escenarios, contextualicé una trilogía en el Caribe, en una isla desconocida creando la zaga “Las andanzas de Marina” en tres obras que son “El Amante Desconocido”, “Una Isla Llamada Mariana” e “Irene y Mariana siempre juntas”.

El Caminante, a sus sesenta y tres años, sigue lúcido, intentando crear más historias para que viajen a través de su narrativa las vidas que en ella suceden.
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