NAVOJOA: UNA PERLA DORADA

Lombardo Ríos Ramírez

En un rincón en el sur del estado de Sonora, entre un valle fértil y un pueblo mágico, entre la sierra y el mar, un día nació una brillante perla que fue creciendo hasta que un 11 de julio de 1923 dejó de ser la bella Villa del Navojoa Nuevo, con sus decenas de papalotes jugando con los vientos del suroeste, sus alamedas, el pletórico río con su torrente besando su rivera norte… Aquella bella villa pasó a ser la ciudad de Navojoa por decreto del Boletín Oficial de Gobierno del Estado en su Ley número 128.

Nuestra “Perla del Mayo” es ya una Ciudad Centenaria con un amplio territorio de historia, leyendas y sueños; nuestra querida Navojoa es la cabecera municipal no únicamente de ocho comisarías (Masiaca, Bacabachi, San Ignacio, Rosales, Pueblo Mayo, Tesia, Camoa, Fundición) sino también constituye el centro de gravedad alrededor del cual gira toda la vida socioeconómica, social y cultural de cinco florecientes municipios: El Quiriego, Álamos, Huatabampo, Etchojoa, Benito Juárez.

IDENTIDAD PRESENTE

Por su ubicación geográfica todo confluye en ella y por ella: su carretera, su vía férrea, su vida comercial cada vez más creciente, su actividad financiera tan múltiple y diversa, sus hoteles que empiezan a subir al cielo, sus centros médicos y deportivos que van en aumento, sus múltiples instituciones escolares que culminan con 10 universidades ofreciendo una gran diversidad de opciones profesionales, su vida cultural que se multiplica en sus cuatro museos en los que se investiga, concentra, conserva y difunde el rico patrimonio étnico Yoreme-Mayo que le da identidad y atractivo a nuestra ciudad y región.

Los Mayos, este grupo originario, con su ciclo anual de ceremoniales entre los que destaca el de San Juan de Pueblo Viejo en donde se enraíza y mantiene el origen de una ciudad que mira hacia el futuro sin olvidar la esencia del pasado; una ciudad y municipio con ocho sitios arqueológicos entre los que se sobresale el Santuario Petroglífico de Tehuelibampo con su sagrado “Pozo del Encanto”. Por todo ello y más, nuestra “Perla del Mayo” es ya una “Perla Dorada” que todos los que nacieron y vivimos en ella debemos abrazar, querer y cuidar para que cada día sigamos escuchando a las 8:00 a.m., 12:00 del mediodía y 6:00 p.m. “el canto de la sirena” del mercado que nos detiene o apura, nos orienta y dice que aquí estamos, de aquí somos…

Esta es mi “Perla del Mayo”, una ciudad con retos que entre todos tenemos que resolver, con un futuro lleno de sueños cortos que debemos cristalizar y de perspectivas largas que debemos heredar a las nuevas generaciones de hoy y del mañana. Loor a ti mi Navojoa: sigue siempre adelante y ofreciéndonos la calidez de tu dorado sol.
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